Los  frutos de arándanos son muy sensibles a la pérdida de su calidad, al contar con una piel o cutícula muy delgada lo que genera que sea una fruta con mucha probabilidad de perder firmeza y peso producto de una fácil deshidratación.

En ese contexto, Portalfruticola.com conversó con el ingeniero agrónomo y especialista en fitotecnia de frutales menores de INIA Quilamapu, Cristián Balbontín, para conocer en detalle la investigación en el rol de las fitohormonas para mejorar la calidad de los berries.

Coméntanos sobre la investigación realizada en las fitohormonas

Cristián Balbontín, especialista en fitotecnia de frutales menores de INIA Quilamapu.

Utilizamos fitohormonas en una investigación previa en cerezas. Hace 10 años investigamos a nivel genético cuáles eran las diferencias entre una variedad de cerezas cuyos frutos se  partían frente a las lluvias  y una que era más tolerante a este problema.

Durante la investigación nos dimos cuenta de que los genes que estaban relacionados a una mayor tolerancia tenían relación con la síntesis de ceras y ciertas hormonas que gatillan el desarrollo de los frutos en etapas específicas de este proceso.

Luego vimos que la aplicación de estas hormonas incrementaba la tolerancia de una variedad susceptible a la inmersión de los frutos en agua y los hacia más impermeables.

Desde ahí comenzamos a explorar el uso de las fitohormonas en diferentes cultivos, ya que queríamos ver si el resultado se podía aplicar a otras especies para aumentar la adaptación a condición ambientales adversas.

¿De qué manera las fitohormonas mejoran calidad de berries?

Las cerezas y los arándanos tienen mecanismos similares de maduración, en los cuales el ácido abscísico y metil jasmonato son los que gatillan todos los procesos, que llevan a que la fruta adquiera más sabor, más color, aumente los azúcares y disminuya el contenido de ácido.

El ácido abscísico regula una serie de mecanismos de la planta, como la apertura y cierre de los estomas, ya que cuando una planta está bajo estrés guarda su agua y modula el funcionamiento de los estomas. Además, incrementa la síntesis de ceras de la cutícula, con eso aumenta la difracción de los rayos solares, por lo tanto, es como si fuese un espejo y no absorbe tanto calor, además de ayudar a  disminuir la pérdida de agua.

Queríamos probar si los efectos que nosotros habíamos tenido en las cerezas podían ser aplicados a los arándanos, para incrementar la calidad de los frutos, pero al mismo tiempo estimular la tolerancia de las plantas de arándanos a condiciones restrictivas de suministro de agua. Esto lo hicimos mediante un proyecto que unió el financiamiento público (Gobierno Regional del Maule), la empresa privada (MIP-Agro, Rovensa) y la colaboración de productores locales, para desarrollar un producto que pueda utilizarse para incrementar la tolerancia de las plantas al estrés hídrico y mejorar la calidad de los frutos.

¿De qué manera las fitohormonas ayudan a las plantas a una mejor adaptación a las condiciones climáticas?

El ácido abscísico y metil jasmonato despiertan los genes que van a llevar a que la planta mantenga la integridad celular y el funcionamiento metabólico para mantener la producción y su adaptación a condiciones de suministro hídrico.

Dependiendo de la dosis, del momento de aplicación, de la especie y de cuánto veces aplicamos, vamos a tener diferentes efectos. Por ejemplo, en el caso de las cerezas bastaba que nosotros aplicáramos una sola vez en la cuaja o amarre del fruto, para estimular la producción de cera.

En arándanos bajo condiciones de menor suministro hídrico hay un continuo estrés, por lo tanto hay que dar pequeños estímulos a la planta para activar sus niveles de protección. Nosotros realizábamos los estímulos cada 7 a 10 días.

A su juicio, ¿cuál es el aporte de la investigación a la industria de arándanos chilenos?

Cuando uno tiene una crisis o un problema, si quiere mantener un nivel en la industria tiene que realizar más investigación para diferenciarse. Creo que la investigación y desarrollo es fundamental tanto en la creación de nuevas variedades, como en la adaptación de estas a las condiciones que nos impone el cambio climático, que sean tolerantes al aumento de las temperaturas y una menor disponibilidad de agua. y cómo a través de las herramientas hormonales podemos incrementar la tolerancia a las condiciones de estrés.

¿Cuál es la recomendación a los productores?

Si no se aplican las fitohormonas y hay condiciones de estrés, los frutos van a resultar a ser seriamente dañados, en términos de que la fruta no va a crecer, no va a madurar parejo, por lo que va a bajar más aun la calidad. Si aplican las herramientas van a obtener mejores características en los puntos mencionados, pero sobre todo en la calidad de la fruta.

El llamado es a diferenciarse por calidad.

¿Qué características organolépticas potencian las fitohormonas?

Particularmente en arándanos y cerezas tiene que ver con los mecanismos de maduración de la fruta, por lo tanto va a incrementar la cantidad de sólidos solubles, que es lo que proporciona el sabor y aumento en la firmeza. Pero sobre todo aumenta la síntesis de compuestos cuticulares. En arándanos se ha demostrado que es la cutícula la mayor responsable de la pérdida de agua del fruto, y cuando pasa eso se pierde firmeza y peso.

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Perú ha hecho un desarrollo sostenido para la adaptación de variedades con genética para sus condiciones ambientales y también de irrigación de extensos valles con obras de riego. Por lo tanto, veo que ellos están llegando a un punto donde son los principales productores de arándanos y van a seguir creciendo, ya que tiene condiciones ambientales muy buenas para ciertas variedades. Creo que ahora el tema de la calidad, tanto en Chile como en Perú es de relevancia, porque una vez que se llega a la cima, el punto es mantenerse ahí con fruta de buena calidad.

Para nosotros esto es fundamental, pues tenemos que asegurar que la fruta llegue de forma más óptima a los mercados de destino, que dure más en el anaquel y que desarrolle menos enfermedades.

Otro de los aspectos que vimos en nuestra investigación es que efectivamente la aplicación de estas hormonas, mejora la vida de post cosecha porque reduce la deshidratación de los frutos y disminuye significativamente la presencia de enfermedades en los frutos.

Es un tema que puede servir no solo para arándanos, sino también para cerezas en que la apariencia del pedicelo es afectada por deshidratación y pardeamiento. Por lo tanto ya estamos investigando en esa área.


23/08/2023

Portalfruticola.com

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